martes, 3 de junio de 2014

Desarrollo infantil y relaciones humanas ABU.

 
Todos sabemos, que las titulaciones no se dan generosamente, para obtener un título, en cual quier materia, hace falta años de estudio, de dedicación y esfuerzo.
Luego, la experiencia en el hacer diario, que cada uno de nosotros, va adquiriendo a través de los años, completan el curriculum, (palabreja) que todos hemos de presentar, en un momento de nuestra vida.
 
Hoy quiero hablar de mi esposa, licenciada en, Desarrollo Infantil y Relaciones Humanas. (A.B.U.)Título no exento de sacrificio, no muy bien entendido, y siempre mal pagado económicamente.
He visto, la gran importancia, que ha tenido todos estos años, su trabajo en régimen de dedicación exclusiva, a veces en turnos, de mañana tarde y noche, para llegar incluso a doctorarse, (de esto ya va para 8 años) volcando su sabiduría, en esta segunda etapa de su vida.
 
Tratando de no perder el paso, en el ejercicio de las funciones encomendadas, he terminado por asumir la misma profesión, haciendo de la misma, una forma maravillosa de vivir, no me ha sido fácil, al igual que ella, doctorarme en la misma materia, lo que sinceramente no se todavía, es la calificación que se nos otorgará, si un simple aprobado o sobresaliente, tengo entendido que suele darse, pasado el tiempo, y me consta que muchos, por una enfermedad rara, que llaman “alzhéimer” y otro/as, por esa necesidad vital de marcharse, nunca se recibe la evaluación completa.
 
A veces hacemos mesas redondas, (sobre todo a la hora de comer), hoy muy necesarias para todo, en las que hablamos sobre, lo habido y por haber, hay preguntas, que la gran mayoría no vienen en ningún tratado, así que tampoco las respuestas, no hay libro de instrucciones con lo que hay que afinar mucho, para no salirse por la tangente.
 
Me he dado cuenta, mas tarde que pronto, de la gran capacidad que tienen los niños para tantas y tantas cosas, he aprendido, que la mentira, el engaño, es algo que al igual que algunas comidas, no es de fácil digestión.
 
Como me imagino, os habréis dado cuenta, nuestra titulación es la de ABUELOS, ni mas ni menos, se que nos ha sido dada, aún a riesgo de equivocarnos, ejercemos con cariño.
Nadie es perfecto, quizá la esencia de la vida es eso, la imperfección; somos diferentes, incluso al amanecer de cada día, por eso somos únicos.
 
José María de las Heras
Quintanilla de Arriba, 2 de junio 2014
 

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