lunes, 3 de marzo de 2014

Siempre quise escribir un libro, mas nunca llegué a hacerlo.
Es que me perdía; comenzaba construyendo un mapa dividido en apartados, todos alineados para conducir al lector hacia un “Gran Finale”, donde ambos explotáramos de emoción, como en la ópera.
Pero en el camino iba perdiendo el piso; divagaba para todos lados, de modo que, cuando volvía a leer lo escrito, me parecía ridículo, presuntuoso, y lo botaba a la basura.

escribir un libroLa blogósfera, libros escritos por partes

Ahora sé que nunca voy a escribir ese libro, pero eso, como meta, ha dejado de ser importante. La universalización de Internet y con ella, el desarrollo de la blogósfera, han venido a mi rescate.
Es que, un blog, es como un libro escrito y publicado por partes. Los lectores llegan, leen uno, dos capítulos, o todos los disponibles, y se van. Algunos regresan para ver si hemos avanzado; otros nunca lo hacen. No importa.
Curiosamente así se escribió, por partes, el famoso “Periquillo Sarniento” de Fernández de Lizardi, allá por 1813. Fue hasta 1830, después de su muerte – y cuando el tribunal del Santo Oficio perdió poder – que la obra se publicó completa.

La prosa te describe a ti

Al final uno nunca escribe por el dinero o por los enlaces que pudiera cosechar, aunque la reciprocidad es bienvenida. Escribes porque le encuentras sentido. Tal vez sea la manera como algunas personas preferimos expresarnos.
De los escribientes, unos son más simpáticos, de prosa ligera y fácil de seguir; otros somos flemáticos, mesiánicos, formalistas. Cada quien proyecta al escribir su forma de ser.
Afortunadamente para todos hay lectores; los de unos, buscan el conocimiento práctico y lo entresacan del texto sin importar el detalle; los de otros, disfrutan descubriendo y conociendo diferentes formas de pensar, aunque no rescaten algo funcional.

Escribir, una forma de explicar la vida

El reto para la nueva generación de escritores de posts, sigue siendo el mismo que para quienes logran publicar libros impresos: conseguir que sus obras salgan del fondo del océano y queden a la vista de los posibles lectores.
Para los libros impresos esto se logra convenciendo al editor de que el documento vale la pena de ser leído y por tanto, tiene posibilidades de dejar utilidades. Entonces el mismo editor se encarga de la campaña publicitaria. Para los blogs, en cambio, es necesario manejar las técnicas SEO, con el fin de que cuando el usuario haga su búsqueda de documentos, el nuestro quede a la vista.
Pero, volviendo a lo personal, escribir sigue siendo el camino para comunicar nuestra forma de ver ciertas parcelas de la vida, aquellas a las que les encontramos más sentido. También es la manera como dejamos nuestra huella y aportamos algo al concierto social.
Eso, aunque pase desapercibido para la humanidad, es valioso para quien lo hace, especialmente para quienes vamos cursando el último tercio de la jornada.

No hay comentarios: