FORMACIÓN Y ENVEJECIMIENTO (24)
BIOETICA Y PERSONAS MAYORES.
Enrique Pozón Lobato.
A la persona mayor
le mata el desamor, le quita la vida el no sentirse valorado y escuchado como
ser humano, que nadie cuente para nada con él. Por ello necesita:
Que se conozca de una manera profunda sus
sentimientos, deseos, pensamientos
Que se le cuide con amor
y humanitarismo, en lugar de apartarlo de la familia
Que se les respete
como persona libre, que toma sus decisiones por sí mismos y no como si fueran
niños grandes
Que se le ayude a
valorarse a sí mismos y a ser responsables de sus actos
Ante una persona
mayor todos deben descubrirse. Lo merece sólo por el hecho de serlo.
Desde que la Bioética comenzó a caminar
a comienzos de la década de los setenta del siglo XX se han articulado una serie de principios éticos con referencia a la persona mayor:
“Hacer el bien, trato digno y respetuoso y
promover su bien”.
”No hacer daño y evitarle todo mal posible
como, no abusar, abandonar o maltratar”.
“Respetar la libertad
y capacidad de decisión como agente
moral”.
“Consideración y
respeto sin ningún tipo de discriminación o marginación”.
De acuerdo con estos
principios, la persona mayor es:
Un ser que tiene dignidad. Esta dignidad nunca
se pierde ni se deteriora
Merece un respeto
absoluto e incondicional, y no algo que se pueda manipular o instrumentalizar a
nuestro antojo.
Poder vivir la persona mayor con dignidad y seguridad, significa:
Que se vea libre de
explotaciones y de malos tratos físicos o mentales
Que reciba un trato
acorde a su dignidad que nunca variará, independientemente de la edad, género,
patología, etc. u otras condiciones vitales
Ser valorados por sí
mismos.
LAS PERSONAS MAYORES SON ÚNICAS, VALIOSAS, INSUSTITUIBLES, TIENEN
DIGNIDAD, CON INDEPENDENCIA DE LAS CIRCUNSTANCIAS
VITALES QUE TENGAN.
Doctor en Ciencias de la
Educación
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