lunes, 10 de enero de 2011

Cómo combatir el frío


La revista Júbilo, en su edición digital, recoge un artículo interesante sobre algunas recomendaciones a seguir, especialmente a partir de los 75 años, para combatir los efectos perjudiciales que puede tener la exposición al frío a partir de esa edad, o entrados en la edad octogenaria. El artículo está basado en un estudio hecho por especialistas de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.

Os dejamos con el artículo, ilustrado con una viñeta de Forges.

El frío afecta a la salud, sobre todo a los mayores de 75 años, quienes deben tomar unas precauciones especiales. Así lo consideran los expertos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, que han hecho público un documento con recomendaciones para este grupo de población.

El descenso de las temperaturas puede ocasionar diversos problemas de salud. El frío afecta más a los mayores puesto que el proceso de envejecimiento conlleva que se alteren los mecanismos de autorregulación del organismo. En general las personas mayores generan menos calor corporal y tienen más facilidad para perderlo ya que los vasos de la piel no responden correctamente ante las bajas temperaturas.

Los principales problemas de salud que genera o que se agravan con el frío tienen que ver con el sistema circulatorio y con el sistema respiratorio. Además,desde la SEGG se alerta del riesgo de este grupo de población ante la hipotermia. Quienes tienen más riesgo de sufrirla son aquellas personas que viven solas o que sufren algunas de las siguientes patologías: parkinson, ictus, demencia, algún problema de movilidad, desnutrición, problemas de alcoholismo o aquellas que toman sedantes.

Para evitar que el frío del invierno incida en la salud de las personas mayores, los expertos recomiendan realizar una dieta que favorezca la producción de energía calorífica. Es decir, que se incrementen los hidratos de carbono y las proteínas. También es importante ingerir líquidos suficientes.

La temperatura en el domicilio no debe ser nunca inferior a los 21 grados, y se debe evitar el uso de braseros y de estufas de butano por el gran número de accidentes que provocan

Además, la ropa debe ser lo más cómoda posible y, al salir a la calle, es recomendable utilizar gorro y guantes.

Las personas mayores deben mantener la actividad física en invierno ya que, además de favorecer el bienestar general, también genera calor. En los días de lluvia, y para evitar posibles caídas, es mejor realizar esa actividad física dentro del domicilio.

Los familiares de las personas mayores, sobre todo de aquellas que vivan solas, deben prestarles una atención especial en estas fechas, llamarles y visitarles con más frecuencia para comprobar que su salud no se ve afectada por el frío.

Si necesita más información sobre las recomendaciones a seguir para que el frío del invierno no afecte negativamente a la salud, visite la página de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, que es www.segg.es.

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