
Corre por Internet un vídeo sobre el tema con algunas historias interesantes que resumo:
1ª.- Primero le cambiaron de alcoba por una más pequeña, para pasar poco más tarde al desván, “el que está en el patio de atrás”, y se les olvidó cambiarle el vidrio roto de la ventana, por donde se cuela un airecito helado fatal para sus dolores reumáticos.
2ª.- Una buena tarde cayó en cuenta que su voz había desparecido. Nadie le contestaba y todos hablaban sin mirarla, como si no estuviera con ellos. A veces intervenía en la conversación, pero en vano. Ni la oían, ni la miraban, ni la respondían. Y se retiraba con su tristeza y soledad a cuestas a su cuarto antes de terminar de tomar la taza de café. Creía que actuando así se darían cuenta de que estaba enojada y triste y alguien iría a pedirle perdón , pero en vano, nadie llegaba.
3ª.- Un día una vez más les dijo que cuando se muriera sí le iban a extrañar a lo que su nieto más pequeño contestó: “¿Estas vivo abuelo? “. Y todos se rieron la gracia del enano. Tres días le duró el llanto. Otro día entró uno de los muchachos a sacar unas llantas viejas y ni los buenos días le dio. Fue entonces cuando se convenció de que era invisible.
4ª.- Aquella mañana estaban muy alborotados los niños y le dieron la noticia de que al día siguiente se irían todos de excusión al campo y se puso muy contenta. ¡Hacia tanto tiempo que no salía y menos al campo! Fue la primera en levantarse para que no tuvieran que esperarla. Estaba lista y muy alegre, salió al zaguán y vio que el coche desaparecía envuelto en bullicio. Comprendió que no estaba invitada y sintió que el corazón se le encogía y la barbilla le temblaba como cuando uno se aguanta las ganas de llorar.
Cuatro historias de personas mayores, pero, como he comentado al principio, sucede en todas las edades y en todo tiempo y lugar. Haz la prueba, pon a punto los sentidos y te darás cuenta de que la invisibilidad nos rodea y te extrañarás de que con harta frecuencia comienzas a contar alguna de tus penalidades y te topas rápidamente con todas las penalidades del mundo mundial y un tanto avergonzado, porque dada la magnitud y el color que le dan a sus vidas y sus desgracias y la poca atención que te han prestado que las tuyas te parecen ridículas.
No permitas que alguien te convierta en invisible.
www.angeldecastro.blogspot.com
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