A medida que nos vamos haciendo mayores, el nivel del sueño se suele desestabilizar. Esto puede ocurrir por diversos motivos: mantenimiento de costumbres durante muchos años adquiridas, nervios o molestias, responsabilidades que nos obligan a madrugar más de lo habitual… Todas las actividades que de alguna manera modifiquen o rompan la rutina puede desembocar en que rompamos nuestra cadena de sueño habitual, y eso genere que no descansemos bien o que nos desvelemos. Si el insomnio te desvela, sigue estos trucos para intentar vencerlo:
- Realizar actividades (dentro de tus posibilidades) y evitar el sedentarismo. El llevar una vida demasiado apática, saliendo poco de casa o realizando escasas actividades genera que el cuerpo no esté cansado y por ende nos cueste conciliar el sueño. Es importante llevar una vida activa según nuestras posibilidades y no dejarnos llevar por el no tener nada que hacer, pues eso repercutirá negativamente en nuestra regularización del sueño.
- Evita comer mucho o tomar excitantes antes de ir a dormir. Comidas copiosas, tomar café o té, fumar… todo eso repercute en que el funcionamiento de nuestro organismo esté más activo, trabaje más o se desvele, por ello es recomendable tomar cenas ligeras y evitar la cafeína y la teína en las horas previas a ir a la cama.
- Tener la habitación adecuada para el descanso. El color de la habitación, la temperatura y la ventilación influyen en nuestro nivel de descanso. Lo más recomendable es que haya colores suaves, que la temperatura no sea muy elevada y que haya sido ventilada y aireada para evitar que esté demasiado cargada. El ambiente influye mucho a la hora de dormir, por eso tener demasiada luz, o poner la radio o la televisión, en vez de ayudarnos pueden tener el efecto contrario.
- Relajarnos y dejar las preocupaciones para mañana. Este es el punto más importante, ya que la mayoría de las veces es nuestro cerebro el que no nos deja dormir. Debemos ser capaces de posponer las preocupaciones, por la noche seguro que no solucionamos nada… Y si nos resulta difícil, podemos escribirlas en un papel y leerlo en voz alta, seguro que después de eso nos sentimos mejor y listos para una buena noche de sueño reparador
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