miércoles, 13 de noviembre de 2013

La osteoporosis recomendaciones para reducir el riesgo de osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y un deterioro de los huesos que supone un aumento de la fragilidad de los huesos y del riesgo de sufrir fracturas. Esta patología es asintomática y puede pasar desapercibida durante muchos años hasta que finalmente se manifiesta con una fractura.  A medida que nos vamos haciendo mayores nuestros huesos van sufriendo el desgaste propio de la edad, y además en el caso de las mujeres, con la menopausia y la pérdida de calcio, provoca que la incidencia de esta enfermedad sea más alta que en los hombres.
Hay tres tipologías de osteoporosis:
  1. Osteoporosis posmenopáusica, por déficit de estrógenos que se observa en mujeres cuyos ovarios han dejado de producir hormonas (estrógenos).
  2. Osteoporosis relacionada con la edad, afecta a las personas mayores de 70 años.
  3. Osteoporosis idiopática, enfermedad poco frecuente, de causa desconocida, que afecta a las mujeres premenopáusicas y a los hombres jóvenes o de mediana edad
El sufrir fracturas con cierta facilidad, principalmente de muñeca, vertebras y cadera, o un aumento de la curvatura de la espalda suelen ser evidencias de que se padece osteoporosis.  La mejor manera de recobrar la fuerza de nuestros huesos es aumentar el consumo de calcio, como por ejemplo realizando diariamente la ingesta de 3 / 4 porciones de alimentos altos en calcio, dependiendo de la edad y de la dieta que nos haya recomendado nuestro médico, por supuesto.  Un vaso de leche (200 ml) proporciona unos 250 mg de calcio.  El consumo de  queso,  yogurt y otras leches fermentadas también es recomendable, pero no la mantequilla, pues tiene exceso de grasa. El consumo de vitamina D es fundamental para la absorción del calcio en el intestino, por eso se recomienda una alimentación rica en esta vitamina, como  son los vegetales de hojas verdes como la  col, el brócoli y las espinacas, zumo de naranja, etc.
Por contra se recomienda reducir el consumo de sodio, de cafeína y de alcohol,  ya que todos ellos tienen un efecto que produce la pérdida de calcio.

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