lunes, 18 de noviembre de 2013

La comunicación asertiva la comunicacion asertiva
Cada vez la sociedad cambia más deprisa y lo que hace 30 años podía ser lo más normal del mundo, con el paso y la evolución del tiempo se convierte en algo obsoleto, pasado de moda e incluso en ocasiones, mal visto. Actitudes que hace años eran coherentes en la sociedad hoy por hoy se convierten en comportamientos no adecuados, y esto también ocurre al revés, es decir, comportamientos actuales no se conciben como normalizados por mucho que a nivel social se hayan interiorizado.
Cuando nos comunicamos con los demás, lo hacemos dentro de un esquema concreto. Es lo que se denomina nuestro mapa mental. Y este mapa se conforma de acuerdo a nuestros valores, nuestra experiencia vivida y todo eso que nos hace únicos como personas: pensamientos, gustos, etc. Por eso todo aquello que no corresponde con nuestro mapa nos parece extraño, ajeno, raro, y tendemos a tildarlo de malo o negativo. Para tener una comunicación lo más satisfactoria posible lo ideal es hacerlo partiendo de la asertividad. El concepto de asertividad se  puede definir  como establecer un vínculo comunicativo sin agredir a su interlocutor, pero tampoco sin quedar sometido a su voluntad. Por lo tanto, puede comunicar sus pensamientos e intenciones y defender sus intereses,  es decir, saber decir lo que queremos decir de una manera comprensible, sin perder las formas y sin quedarnos sin decirlo. Por ejemplo, yo puedo estar esperando para pagar en un supermercado y que alguien se me cuele. Ante esto se suele reaccionar o bien montando una escena o bien no diciendo nada. Ambas reacciones generan a posteriori un sentimiento de culpa o de inferioridad, depende, que nos hace nos sentirnos satisfechos del todo. Comunicarse asertivamente en este caso es ser capaz de decirle a la persona que se ha colado que nosotros estábamos a la fila, haciendo cola, y que debería colocarse en el lugar adecuado. Sin gritar pero tampoco dejándolo pasar. Se puede expresar mucho sin necesidad de levantar la voz. 
Si aprendemos y trabajamos la asertividad conseguiremos tres cosas:
  1. Nos sentiremos más satisfechos en nuestras conversaciones, siendo capaces de expresar todo lo que sintamos de una manera adecuada y mucho más comprensible.
  2. Nuestro entorno nos vivenciará como una persona cercana y clara, en la que se puede confiar y de fácil relación.
  3. Lograremos algo tan importante como es el ser más abiertos, generando esto que conozcamos nuevas ideas, que seamos más respetuosos sin dejar por ello de opinar y que, sin perder nuestra esencia, podamos crecer y ampliar nuestras miras.
Ser conscientes de la realidad de las demás personas, de que todos no somos iguales y que, en consecuencia, es imposible que nos comportemos de la misma manera, nos hace darnos cuenta de que las diferencias son inherentes a cada ser humano, no siendo ni mejor ni peor, sino simplemente diferente. Lo que no me gusta seguirá sin gustarme, pero el modo en que reaccione ante ello será mucho más sano, permitiéndome vivienciarlo desde un punto de vista que no se base en el rechazo sino en la curiosidad de lo desconocido.

No hay comentarios: