La clave no sólo es el tener ese hecho desencadenante que nos motive a hacer algo diferente, sino nuestra capacidad de decidir como personas, de movernos y de iniciar actividades nuevas y diferentes que nos den un aire más pleno a nuestra existencia. Cuando tenemos algo que hacer que nos motiva y nos apetece, somos más felices, ¿o no? A las personas que les gusta el contacto con la naturaleza, el tener un pequeño huerto o el organizar excursiones son el revulsivo para ponerse en marcha con un sentimiento de alegría y satisfacción. O pasear, ir al cine, leer, ir a clase… Ser capaces de empezar algo nuevo, que nos llene y nos satisfaga, que nos haga sentir que nuestra vida tiene un propósito en ese momento, que tenemos un objetivo que alcanzar, nos ayudará no sólo a sentirnos mejor sino a estar más animados, a hacer más cosas, a interactuar con los demás y en definitiva, a estar más a gusto con el mundo en general.
Busca aquello que te motive, que te apetezca hacer, que te llene y que de alguna forma te haga sentir más feliz, seguro que empiezas y no puedes parar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario