jueves, 26 de abril de 2012

A medida que pasan los años.
A medida que pasan los años, te das cuenta de que las citas más cotidianas que tenemos los hombres y mujeres, ya sean casados solteros o mediopensionistas, es con el médico (Salvo alguno/a mas afortunado). Me imagino  que es normal que así ocurra, ya que las personas con los años vamos necesitando de sus servicios más, que en épocas anteriores de nuestra vida.

También creo que las personas mayores deberíamos dar ejemplo de generosidad, y digo esto porque a veces parece que nos vaya a faltar tiempo para todo: si tardan en llamarnos en consulta nos enfadamos, o si tarda mas de lo que nos parece en abrirse un semáforo, nos le pasamos en rojo, sin pensar que el tiempo es lo mas preciado que tenemos y nosotros podemos disfrutar de mayor abundancia de ese tiempo que la juventud.
No es que quiera dejar moraleja sobre el tema, pero viene a colación, ya que hace unos días estando esperando, en la consulta del médico mi turno, entre el grupo de espera había una pareja, también de cierta edad, ella en silla de ruedas, y no parecía que estuviera en silla por algo pasajero, si no  por algo permanente. (Al menos eso me pareció a mí).
Durante la espera, él la acariciaba, la colocaba la ropa y se miraban con una ternura digna de admiración. Pensé en los lazos tan fuertes, que pueden unir a dos seres humanos que ante la adversidad, siguen estando tan cercanos uno de otro. Al menos ese día me he reconciliado conmigo mismo.

José María de las Heras
Asociación Cristo del Cabañón (Quintanilla de Arriba)





1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Jose María, ennorabuena por tu articulo para el blog.
Gracias por colaborar para que el blog siga adelante, y te animo a que sigas mandando correos.
Un saludo
Adela Cabezas