· Felicidad, te lo diré con el doctor Valentín Fuster, un sabio de nuestros días, que recomienda seguir “el ritmo del corazón” para acercarse a la felicidad, frente a un mundo acelerado, con estos cuatro tiempos:
Uno, tiempo para pensar. Yo cada mañana, dice, me levanto a las cinco de la mañana y me tomo un buen tiempo en mi despacho sin hacer nada.
Dos, encuentra tu talento.
Tres, transmite positividad: todos tenemos un ángel y un diablo, hay que estar constantemente refozando la parte positiva, trabajando para la sociedad.
Y cuatro, tutorar: siempre que alguien más joven te pregunte, párate a responder, porque el futuro de este mundo les pertenece a ellos.
Y si me permites, yo añadiría un quinto, frente a un mundo egoísta, que se mira en exceso al propio ombligo: ser generosos con la vida que nos ha dado tanto.
Lógicamente tú puedes añadir más tiempos.
· Vista, ver que todo pudo ser mejor.
· Oído, escuchar mensajes serenos en momentos en los que todos pierden los papeles acordándose de la puta madre o de la puta pena de muerte.
· Gusto, degustar los mejores platos de lugares recónditos y de los cocinados por uno mismo.
· Olfato, no perderse el olor, por nada del mundo, de cualquier perfume, en la piel de una mujer estupenda.
· Tacto, tocar la piel de los otros para traspasarles nuestra ternura.
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