Desde mi ventana: Palabras - Homenaje (Ángel de Castro).

Me invitaron a decir unas palabras y, como no podía decir no, allí me presenté y les dije lo que sigue:

Enhorabuena Angelita, enhorabuena Eusebio. Brindo con vosotros, me uno gustoso a este homenaje y con todos comparto estas palabras:

Todo homenaje, a mi gusto y manera de pensar, tiene dos caras:

1.- Celebración de lo pasado

A todas luces hay más motivos para celebrar los muchos años que los 15, 28 ó 56, porque el río de la vida recorrido es más caudaloso y la vida ha estado rodeada de momentos y experiencias que, a buen seguro, porque me consta, han sido intensos. Lo decía el filósofo Edgar Morin al cumplir los 80 años: “Los mayores somos gente que tiene todas las edades de la vida”.

Vuestra película es vuestra, pero podemos imaginarla y celebrar con vosotros vuestra larga y jugosa vida.

No recordaréis lo que hicisteis ayer, ni siquiera quién ha sido el primero que esta mañana os ha dado los buenos días, pero la memoria reverdece cada vez que os detenéis en el más remoto pasado. ¿Teníais tres, cuatro años, cuando la primera imagen que os viene a la memoria? El primer día que fuisteis a la escuela, el primer beso que os dieron o que disteis (¿fue a los 17 años y en el baile, cuando os conocisteis o poco después?), los primeros días de matrimonio, cuando van llegando las hijas: Manoli, Mª Carmen, Mª Asunción y Rosario), los trabajos y las fiestas, las vendimias de Rueda… o cuando empezaron a llegar los nietos: Patricia, Raquel, Sara y Mario, y los premios en los concursos de arada de Eusebio y la participación en los proyectos socioculturales de Angelita, aún recuerdo: Cómo nos abrigábamos y Mayores con solera, que tuve la suerte de seguir de cerca… o cuando se te nombró Águeda Mayor en 1998… Es vuestra película, vuestra biografía, deteneos en ella y disfrutad al calor de las imágenes, los sonidos, los sabores, las palabras, los sentimientos y las emociones que siguen llegando todavía.

Cada momento vivido debe ser celebrado. A Eleonor Coppola se le murió un hijo y nos ha dejado esta frase increíble y prodigiosa: “Cuando pierdes un hijo, debes celebrar su vida. Celebrar su memoria, su presencia entre nosotros”.

2.- Celebración de la vida que continúa

Celebrar que la vida continúa y el futuro es nuestro y así lo sigue viendo con una lucidez extraordinaria Rita Levi a los cien años: “No me importa el pasado, lo único que me importa es el futuro, sea un día, cuatro meses o dos años”. Celebrar que la vida sigue, y no perder ni un instante para disfrutar con ella y seguir aportando le mejor de cada cual.
Que los días que os quedan, ojalá sean muchos y dignos de ser vividos no se pasen sin dar las gracias a la vida… que nos ha dado tanto. Gracias a todos los que os han ayudado a ser lo que habéis sido: buena gente, por encima de todo. A vuestros mayores, principalmente. Y también a todos los que siguen a vuestro lado y os ayudan a tirar para adelante.
Decía la bella Greta Garbo que lo más hermoso que conocía era una pareja de ancianos paseando juntos y apoyándose el uno en el otro. Vosotros sois esa pareja.

Permitidme antes de terminar que dé la enhorabuena a los organizadores de este homenaje y a quienes los estamos arropando. Es señal de saber hacer. Una sociedad que cuida y mima a sus niños y a sus mayores es una sociedad sana, con un gran respeto al futuro y al pasado, la clave para estar bien instalados en el presente.

Rueda, 10 de agosto de 2010

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