Desde mi ventana: Asociacionismo (Ángel de Castro)

ASOCIACIONISMO

Os propongo este acróstico, que es nuestro santo y seña, casi-casi como un juego, para hacer más llevadero el discurso:

(Acróstico: composición poética en la que las letras iniciales, leídas en sentido vertical, forman un vocablo).

Abrir bien las ventanas para ver otros paisajes distintos al de cada cual, caminos que recorrer juntos y puertas para que entren otros y trabajar con ellos.

Soldarnos a unos mismos objetivos y a unos grupos para realizar acciones al servicio de los unos, de los otros y de la sociedad en general.

O: círculo compacto, apretado, sin grietas.

Compartir ideas, opiniones, gustos, actividades, sueños… (Se abre el círculo)

I: pequeña, recoleta, humilde, sin sacar pecho, sin alardear de nada y haciendo lo que hay que hacer pensando que con los demás somos más.

Acudir a los problemas de los otros, desde los más cercanos a los más lejanos, porque el mundo no es más que una aldea y aportar en grupo nuestro granito de arena y de tiempo.

Celebrar cada nueva idea, nuevo encuentro, nuevo proyecto y que cada idea se enlace con otra idea; cada encuentro haga florecer nuevos encuentros diferentes, más pensados, mejor organizados y con nuevos ingredientes; y que cada proyecto proyecte un sin fin de proyectos cada vez más acordes con la mentalidad de hoy y de las necesidades actuales.

I: lo dicho anteriormente, para que no se nos olvide, porque con la mayor de las facilidades nos subimos a la parra, nos creemos los mejores y más listos y más preparados y únicos. Y no es eso.

O: formando corro y generando abrazos, amistad, cordialidad, solidaridad… conseguimos los milagros más hermosos de que somos capaces los humanos.

No al mal gusto, a la improvisación, a la chapuza, a la repetición, a lo falso. No, tanto un no a alistarse a la Junta por dinero, porque no suele haberlo, como un no a ser de la Directiva por el gusto del poder.

I: la dejamos sólo con el sonido, la alargamos y la convertimos en y: y más y más y más tú y más yo, más nosotros y vosotros, unidos, enlazados, formando red, armoniosamente integrados desde el respeto a cada individualidad.

Sonreír y detrás de cada sonrisa disfrutar con lo que hacemos y llevamos entre manos, con un adiós para siempre a la tristeza y a la queja que no conduce a ninguna parte. No merece la pena, para nada, avinagrarnos la vida.

Motivarnos cada mañana, cada tarde y cada noche para motivar y movilizar a los que están siempre cansados, pasivos, amuermados, desilusionados y que no mueven un dedo a no ser para rascar su propia miseria.

Ojo avizor a lo que hacen los otros, para aprender de ellos, sean miembros de otras asociaciones o de otras instituciones similares y por encima de todo ojo avizor: atentos, muy atentos, a los muchos maestros que nos rodean a todas las horas para seguir aprendiendo y desaprendiendo.

Sería bueno, bonito y barato que hicieras tu acróstico y si no te sale le das otra vuelta a éste. Gracias.

Ángel de Castro