miércoles, 27 de mayo de 2015

Estudia idiomas en la jubilación, mejorará tu salud mental y retrasarás el envejecimiento

Al aprender idiomas se somete al cerebro a un nivel de exigencia que mejora el desempeño intelectual a todo nivel. Eso sucede a todas las edades, pero es mucho más beneficioso para las personas que superan los 50 años.
Aprender idiomas a los 50 años es la mejor gimnasia para el cerebro
Existen cursos de idiomas en el extranjero exclusivos para las personas mayores de 50 años, “pensados para todas esas personas jóvenes de corazón, para esos estudiantes maduros que buscan sacar el máximo provecho a su tiempo libre”, aseguran desde la Asociación de Promotores de Cursos de Idiomas en el Extranjero (Aseproce).
Y es que en estos cursos, además de aprender idiomas, se realizan numerosas actividades culturales y de ocio y se conoce a muchas otras personas de la misma edad con las que poder relacionarse.
Lanzarse a la aventura de aprender un idioma a estas edades ofrece una serie de beneficios, no solamente porque conocerán otras culturas y sus costumbres y ampliarán su visión del mundo, sino porque además retrasa incluso la aparición de la enfermedad del Alzheimer hasta seis años, según estudios realizados por científicos del University College de Londres (Reino Unido).
El doctor en Neurociencias por la Universidad de Oxford y catedrático de Fisiología y Biofísica de la Universidad de Iowa, Francisco Mora, recomienda aprender un idioma a los 50 años, independientemente de cuántos se conozcan ya, porque es una exigencia para el cerebro, lo que hace que se mejore la llamada plasticidad cerebral y se potencia el aprendizaje y la memoria.
El aprendizaje de una nueva lengua es la mejor gimnasia para el cerebro, aumenta la capacidad de concentración, ayuda a focalizar la atención y evita distracciones. Pero, sobre todo, se ejercita el cerebro y permite manejarse mejor en diversas situaciones o proyectos al mismo tiempo.
Los programas de idiomas en el extranjero para mayores de 50 años son ideales para aquellos que quieren conocer culturas extranjeras y ver mundo y les entusiasma seguir aprendiendo a cualquier edad, porque el conocimiento no entiende de años.
Entre los destinos donde estudiar un idioma están Inglaterra, Malta, Francia o Nueva Zelanda, donde los participantes se integrarán con los habitantes locales, viviendo con una familia o en un apartamento privado, y harán una inmersión total en el idioma adentrándose en las tradiciones de cada país.
Otro de los atractivos de estos cursos de idiomas es que conocerán a gente de su misma generación llegada desde los cuatro rincones del planeta con los que disfrutar del tiempo libre y compartir un ambiente de estudios relajado.

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