miércoles, 31 de julio de 2013

SE NECESITAN LíDERES MAYORES PARA MOVILIZAR A LOS JUBILADOS Y PENSIONISTAS

Somos muchos los que pensamos y lo declaramos públicamente en foros, jornadas y congresos que los mayores son el mayor potencial humano que tiene la sociedad española actual, pero que, desgraciadamente, este potencial está infrautilizado, desaprovechado, olvidado. Los mayores en la actualidad no están marginados socialmente, han dejado de ser un “colectivo de riesgo”, lo que sí sucedía hace treinta años cuando se afirmaba con rotundidad que el colectivo poblacional que en aquella época denominábamos “Tercera Edad”, era un colectivo marginado porque “no era productivo, ni consumista ni competitivo”. Pero podemos afirmar que hoy en día los mayores están automarginados, se sienten como “amortizados” porque ya han dado a la sociedad lo que le correspondía en justa medida. Peor aún, a mi juicio, los mayores en general, los jubilados y pensionistas en particular, están como “domesticados”, aparecen como “sedados”, obnubilados, indiferentes. medio adormilados. Se contentan con sus paseítos, sus partiditas, sus viajecitos, sus clasecitas… Y se pasan las horas sentados en su sillón preferido de orejas, medio adormilados, amodorrados y vegetando. Y bien es sabido que “sólo vegeta el vejete”..
Estoy convencido que en España faltan líderes mayores. Se necesitan auténticas “máquinas de tren” que motiven y arrastren a estos jubilados que, consciente o inconscientemente, han entrado en “vía muerta”. ¿Dónde están escondidas, agazapadas, las en otra hora beligerantes “panteras grises” que se comían el mundo?. ¿Qué hacen las asociaciones y organizaciones de mayores para intervenir y mejorar esta sociedad que vivimos? Y conozco más de un centenar de ámbito estatal… Apenas nada. O, mejor dicho, “cositas”… Mientras no me quiten la pensión, ahí me las den todas, piensan algunos mayores.
Mi eslogan preferido: ¡los mayores de levantan del sillón y pasan a la acción… en la jubilación!. Necesitamos mayores “indignados”, este adjetivo tan en boga, que actúen, que tomen parte activa en la dinámica social, que se interesen por el mundo que nos rodea, que se comprometan, que asuman responsabilidades, que “se mojen”, más aún, que “se pringuen”, que participen en todos los niveles, que opten por ser protagonistas, que intenten “salvar” a los mayores más necesitados.
Por internet circula desde hace años una información cuyo título no sé si es para enorgullecerme o para avergonzarme, dice así: “José Luis Jordana, el agitador de los jubilados”. ¡Ojalá fuera cierto! Hace pocos años, por medio del Grupo Júbilo de Comunicación, la Fundación Caixa Catalunya me entrego un premio que me hizo mucha ilusión. Era un “Goya” simbólico por el proyecto que mejor fomentaba la participación activa de los mayores en la sociedad. El proyecto que presenté conjuntamente con mi amigo y técnico de la CEATE, Manuel Méndez Guerrero, tenía por título “Las personas mayores de… (Boadilla del Monte, Valdemorillo, Las Rozas, etc.): lo que quieren, lo que saben y lo que pueden hacer en favor de su Municipio”. Los mayores, puestos en pie, preguntando a derecha e izquierda, en qué puedo colaborar, en qué puedo ayudar, en dónde puedo arrimar el hombro. Por poner un ejemplo, me pregunto, ¿por qué los mayores no se dedican en cuerpo y alma a buscar trabajo a los parados? Los voluntarios mayores son un ejemplo a imitar. Porque como escribió Richard Bach “¿Quieres conocer una señal para saber si has cumplido tu misión en el mundo? Si estás vivo, aún no la has cumplido”. Porque aún te queda mucho que aportar, mucho que ofrecer, mucho que dar..

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