sábado, 4 de mayo de 2013

Abuela TV



POR HERNÁN FIRPO
Descubrió la computadora y creó un canal de Youtube en el que cuenta sus historias.
Clarín
30/4/13/

Después hay otras definiciones: abuela, la conciencia que regula el mundo. Abuela, mujer que pelea por una jubilación. Abuela, madre con una segunda oportunidad.
“Vivo una etapa donde lo emotivo y lo físico van por caminos distintos. No tengo la fuerza de antes. Pero abuela para mí quiere decir disfrute en el lenguaje del corazón… El idioma de la computadora me costó, pero aquí me ves. Me ayudó la fractura de cadera y la operación. Salgo poco, en la calle no me siento muy cómoda, y hacer televisión en casa, ¡volver a actuar!, es un enorme placer”.
Hola Hernán. Te propongo una nota. Mi mamá (actriz, 74 años) acaba de inaugurar un canal: AbuelaTV en Youtube, donde cuenta anécdotas que ella misma escribió sobre hechos disparatados que le ocurrieron en la vida real. La dirección de la idea es de mi sobrina, de 19 años, Luciana Clerici. El coprotagonista es mi papá (actor, 84 años, premios Podestá, Florencio Sánchez, Trinidad Guevara) y mi hija, de diez años: Milena. Chusmealo y si te interesa, me avisás.
Consigna del día: escribir una nota sobre abuelos sin caer en el don (doña) y evitando toda clase de ternurismo . Los niños son todos inocentes; los viejos, no. A propósito, Martha, ¿la tercera edad y los encuentros cercanos del tercer tipo tendrán algo que ver?
“Empecé a encariñarme con la computadora en mi convalecencia. Lograba conectarme con el afuera. Eso sí, nunca pensé en convertirme en una, ¡trrrrrr! – redoble de tambor–, youtuber” . Yankelevich, Suar, muchachos, parando las antenas: Abuela TV está por salir al aire imperecedero de Youtube en días, y ya puede verse un piloto.
Lo que podría ser la señal de Mirtha Legrand, será la de Martha Spivak. Pocos años antes de que abuela y tele se conviertan en sinónimos, Martha, actriz, ama de casa, hijos, nietos, marido, perro, vecina de Villa del Parque, etcétera, decidió que el mejor plan, a sus 74 años, era tener canal propio. Llega a tiempo. Lo hace cuando existen pediatras que aconsejan que los nenes dejen la compu y pasen más horas delante de la tele. ¿Libros? No, la pediatría moderna desaconseja mencionar la lectura.
Martha todavía tiene un sueño, uno por el que no podrá bailar por razones de salud. “Me gustaría que los chicos hagan muchas entradas a mi material, pero también gente de mi edad. ¿No sabés si hay gente de mi edad en Youtube?… Sí, claro, yo estudié teatro desde los 14 años. Empecé en la Municipalidad de Morón, casi siempre me moví en teatros independientes, me dirigió Alejandra Boero, trabajé con (Enrique) Pinti cuando era un chico… En el Teatro IFT nos conocimos con mi marido, Isaac. 1954, maestro y compañero excepcional. Miralo, siempre de buen humor pese a que anda con sus nanas”.
En las sombras de Abuela TV está Luciana, la nieta que estudia música y pasó por la carrera de Imagen y Sonido. Luciana está en las sombras porque durante la nota está en la cocina, al fondo, y en esa parte de la casa no llega el sol.
Luciana coordina las grabaciones y le echa un vistazo al guión, que no es otra cosa que el diario íntimo de Martha, un cuaderno de largo aliento. “Son pequeñas cosas que viví y me hacen reír. Yo hice bolos en televisión y publicidad. Tengo experiencia delante de las cámaras”, cuenta. “Este fin de semana vamos a grabar un episodio sobre mis eternas distracciones. El secreto es que me pueda reír. Si no me causa gracias, lo descarto”.
Martha es la máscara de la comedia, igual que don Isaac Haimovichi (ay, se nos escapó un don). Según Luciana, tímida como una paloma, el hombre le pondrá un plus de calidad. “Abuela TV no va a tener fronteras ni formatos temáticos”, avisa la abuela, sabiendo que el hábito del encierro forzado puede ser un bien infinito. “Abuela TV es un nombre neutro. Fuerte. Yo escribo fábulas y poemas. Me hice una página de Facebook, ¿te conté eso? Mi estilo son las pequeñas escenas del pasado”. Martha ¿Se le ocurre un nombre de abuela para una película del BAFICI? “Mmm, a ver, umm, abuela Carmen, abuela Marta, pero sin hache. Abuela Inés también me gusta”.
Marta con hache conserva el perfil bajo. Dice que el piloto tiene más de 300 entradas y que todavía puede ir a hacer las compras, “pese a que las 300 y pico de visitas – ¡éxito total de preventa!
– son comerciantes de la zona”. Nombra a un tal Raúl, a un verdulero, un carnicero, y especialmente “al peluquero. Le gustó tanto que se lo recomienda a los clientes. Está funcionando el boca a boca… ay, no sé, me da cosa admitir esto”.
La cocina, el patio, el comedor. Son las locaciones. En una casa de artistas puede haber una mujer que lee teatro en voz alta, un esposo que escucha y una nietita que improvisa roles. No hay que esforzarse para encontrar el cuento.
Martha, ¿cuando se es joven de alguna manera se es inferior? “Y, mirá, yo tardé en convertirme una experta en auto parodiarme”.

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